No fue fácil para Bruno llevar una vida normal en Argentina, ser un estudiante universitario, trabajar y lidiar con su enfermedad: esquizofrenia. Cansado de las exigencias del estudio, a fines de enero del 2013 decidió emprender un viaje largo junto a un amigo de la adolescencia. Vendió sus cosas de valor y nos sorprendió a todos diciendo que estaba aprendiendo a hacer malabares para pagar su viaje. A pesar de nuestra constante insistencia de que no vaya, no tuvimos manera de retenerlo. Recorrió Bolivia, se comunicaba con nosotros todo el tiempo, estaba muy feliz, hizo nuevos y entrañables amigos, con los que llegó hasta Perú.
En Nazca le robaron su mochila, con documentos, dinero, sus medicamentos, recetas y tarjeta de crédito. No le quedaba mucho dinero, pero finalmente llegó a Lima. Para el 23 de mayo, se había torcido un pie y no pudo hacer malabares, le enviamos dinero un par de veces, pero no lo suficiente como para que siguiera el viaje con sus amigos. Se quedó solo, sin medicamentos, y comenzó a sentirse mal.
El 30 de mayo nos pidió ayuda para volver, le enviamos dinero y estábamos reservando un pasaje de avión para el 4 de junio, nos agradeció y quedó en llamar para confirmar el vuelo. Nunca retiró el dinero. Nunca más se comunicó con nadie. Nunca más se le volvió a ver. De inmediato comenzamos la búsqueda: su primo que vive en Lima alertó a las autoridades de Miraflores el día 2 de junio. El día 3, desde Buenos Aires, hicimos llamados telefónicos al Serenazgo, a la comisaría de Miraflores. Sin embargo, la respuesta siempre fue la misma: “nadie lo había visto”.
Finalmente el día 6 logramos que le tomen la denuncia por desaparición.
El día 11 viajamos a Lima y nos dimos cuenta que salvo nuestro familiar, nadie sabía nada de él ni de la denuncia, y nadie, salvo nuestro primo, lo estaba buscando. Recurrimos a los medios y gracias a eso, el 17 de junio nos llama un hombre que fue testigo de que Bruno fue detenido en la vía pública, esposado y llevado en un móvil de Serenazgo el día 4 de junio. Recién entonces, por la presión mediática, el Serenazgo de Miraflores reconoció que intervinieron a Bruno el 29, 30, 1 y 4 de junio. Por lo tanto, cuando alertamos sobre su desaparición el día 3, ya sabían quién era y que su familia lo estaba buscando y ocultaron todo, pero no hay registros de dichas detenciones.
A partir de testimonios y del expediente policial, nos enteramos en realidad que el 29 y 30 Bruno pidió apoyo para ir a la comisaría a hacer una denuncia, ésta solo reconoce una ocurrencia el día 30, pero no menciona denuncia alguna. De la detención del día 1 y del día 4 no hay registros en la comisaría. En la detención del día 4 de junio los involucrados dicen que lo retiraron del lugar y lo “erradicaron” a Chorrillos, dicen que estaba drogado y borracho (sabiendo nosotros por otros testimonios que estaba en una crisis grave de su enfermedad), que se encontraba descalzo, hablando solo, en un estado de vulnerabilidad evidente y sin ofrecer ningún tipo de resistencia tal como consta en el expediente. La División de Personas Desaparecidas da por cierta esa versión y realiza una investigación incompleta, poco seria, desorganizada en donde aparecen como “errores” lo que nosotros pensamos: el ocultamiento de lo que realmente le pasó. A esta altura nos preguntamos a dónde lo llevaron realmente el 4 de junio, último día que alguien lo vio fehacientemente con vida, y qué es lo que tienen que ocultar los responsables de su detención.
Cabe destacar que hay muchas denuncias contra la Policía Nacional del Perú por apremios ilegales, torturas y asesinatos. Es de una cobardía enorme y falta de profesionalismo el hecho de levantar entre cinco policías [el capitán Morón Sánchez y un grupo de Serenazgo] a una persona descalza y desarmada, que no representa ninguna amenaza con una patología psiquiátrica evidente y comprobable y no hacerse cargo, cuando lo que correspondería en esos casos es que sea llevado a un hospital.
Hasta ahora hemos presentado un Hábeas Corpus por desaparición forzada de personas, y hay una investigación en una Fiscalía, pero ya a más de cinco meses de su desaparición, y a pesar de haberlo buscado nosotros por todo Lima, de los esfuerzos del Consulado y Embajada Argentina, de haber salido en los medios muchas veces y encima haber sido engañados por testigos falsos, no hay rastro de él y salvo su familia NADIE LO BUSCA, vivo o muerto.
Por eso, Bruno necesita MUCHOS AMIGOS para buscarlo. Para reclamar a las autoridades y a la justicia que cumplan con su trabajo, con celeridad e imparcialidad en la investigación. Porque una persona tiene derechos que deben ser respetados, porque el silencio de los que deberían dar respuestas, es la evidencia de su complicidad. Por eso no vamos a abandonar la lucha, no vamos a ceder y no vamos a parar jamás de buscarlo y hacerles llegar justicia a los culpables de su desaparición. La razón que nos mueve es el amor hacia Bruno.
Video de ATV del 7 de julio del 2012:
[Seguiremos informando al respecto]
1 Comentario
Gracias por la publicación y difusión!!