El 23 de junio se cumplieron 100 días de la cuarentena dispuesta por el Poder Ejecutivo para hacer frente a la pandemia del COVID-19 en el Perú, con el saldo trágico de 260.810 personas contagiadas y 8.404 peruanos y peruanas fallecidas, según cifras oficiales. Ante esto, el Equipo Peruano de Antropología Forense, EPAF, se pronuncia:
- Como lo señalamos desde un primer momento, la cuarentena y el estado de emergencia fueron medidas duras, pero necesarias, para contener el avance del nuevo coronavirus. Sin embargo, su implementación tuvo serias fallas por parte del Estado y de la sociedad, que deben reconocerse. Si bien muchas de las debilidades manifestadas por el Estado son estructurales, lo que si estaba y está en manos del gobierno de Martín Vizcarra era corregir el rumbo.
- El esfuerzo y los recursos invertidos en salvar a las empresas, especialmente a las grandes empresas, contrasta con la lentitud y mezquindad de los recursos asignados a las personas, en especial a las más pobres. Los millonarios créditos blandos otorgados por el Estado a grandes empresas, muchas de las cuales han realizado despidos masivos o puesto a sus trabajadores en “suspensión perfecta”, a pesar de haber recibido grandes sumas de dinero, contrastan con el completo fracaso en la implementación del “Bono Familiar Universal”, con la escasa o nula protección frente al desempleo, con la ausencia de políticas de protección a sectores especialmente vulnerables (mujeres, niños, migrantes, indígenas, víctimas del conflicto armado).
- Comprendemos que ningún país en el mundo estaba preparado para una epidemia de semejante magnitud. Pero en pocos países se ha exigido tanto a la población y tan poco al sector empresarial. A 100 días del inicio de la cuarentena, está claro que la actitud temerosa del Estado para regular la economía, sancionar la corrupción y corregir sus propios errores ha costado muchas vidas. No se puede dejar a un país al libre albedrío de las fuerzas del mercado, y menos aún en tiempo de pandemia, pues lo que se genera es acaparamiento, especulación y corrupción, en beneficio de unos contados grupos de poder.
- Exhortamos al gobierno a corregir el rumbo, poniendo ante todo el bienestar de los ciudadanos y no las ganancias de los grupos de poder económico. Aún es tiempo de pensar en la gente, de asignar recursos de manera pronta y justa, de salvar vidas de peruanos y peruanas. Es momento de pensar en las personas.
Lima, 24 de junio del 2020